Fe en medio de pruebas Copiar

Justo Sánchez Noguera tiene 55 años de edad, él y su familia habitan en el departamento de Ñeembucú, Paraguay, y han luchado largo tiempo para salir adelante como familia. Él se ha esforzado para ser el sustento de su hogar. Junto a su esposa tienen cuatro hijos y ya cuentan con seis nietos. 

Justo asistió a varios lugares, como: brujos, videntes y hasta los mismos profesionales de la medicina, quienes no encontraban una explicación a su enfermedad, porque en sus diagnósticos no obtenía resultados de dicha enfermedad.

Sus amigos lo llevan a la iglesia cargado y Dios lo sana, ahora puede manejar nuevamente su camión.

El hermano Justo Sánchez se siente agradecido porque Dios llegó de una manera inesperada a su vida, preciso en el momento que se encontraba pasando por pruebas y luchas que solamente el Señor Jesús podía librarlo.

“Hoy puedo decir gracias a Dios por hacerme una persona, formar una familia, he trabajado, luchado con muchas enfermedades, con muchas dolencias, tuve una parálisis, los doctores todavía no han sabido responderme que es lo que tuve. Gracias a Dios que conocí a unos hermanos, que oraron por mí y me presentaron a Jesús. Estoy curado, pude volver a caminar, pude volver a trabajar, he vuelto a viajar, soy camionero” – expresó el señor Justo”.

Dios le ha concedido a Justo Sánchez conocerle, y que él abriera su corazón para poder entrar en su vida, su hogar y llegar a cumplir su promesa que es evangelizar a través de su testimonio sobre las maravillas que Dios ha realizado en su ser para difundir el mensaje a otras vidas que aún no han conocido de Cristo, ya que antes de llegar a los caminos del Señor él se avergonzaba por cargar una Biblia y Jesús permitió que cambiase de pensamientos y poder cumplir con la Gran Comisión “Dios mismo tiene una misión para mí nuevamente, que tengo que cumplir y es  esparcir la palabra de Dios”, expresó. 

El Señor perdona todas tus maldades, y sana todas tus dolencias. El Señor te rescata de la muerte, y te colma de favores y de su misericordia (Salmos 103:3-4).

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