Conociendo la libertad

Sebastián Acero es un joven hogareño, rodeado del amor de su familia, pronto a ser un profesional y con un trabajo en una buena empresa de Colombia. Sebas, como de cariño le dicen, tiene más de lo que el promedio de los tocancipeños ha logrado. Si, en Tocancipá, un municipio al norte de Bogotá, es muy difícil que los jóvenes accedan a estudios superiores y por ende a un buen empleo, tan difícil como ver a una familia unida. Pero a pesar de  contar con ese entorno favorable, hace un año atrás Sebas estaba tan atormentado por la depresión y la ansiedad que no podía levantarse de la cama. 

Inundado por pensamientos negativos, Sebas tenía años siendo asistido por los profesionales en el área, pero ni los tratamientos podían traer la paz que tanto necesitaba, en ese punto Sebas había abandonado toda esperanza. Fue en febrero de 2024 cuando su hermana Angélica, miembro de nuestra iglesia de Tocancipá, invitó a Yoi a ir a orar por Sebas. Esa primera visita se convirtió en un encuentro semanal para oración y estudio bíblico y muy pronto Sebastián comenzó a encontrar libertad. 

Sebas tenía años siendo asistido por los profesionales en el área, pero ni los tratamientos podían traer la paz que tanto necesitaba

En abril del 2024 se ofreció como voluntario para ilustrar un mensaje, que sin saberlo era sobre la ansiedad, mientras el predicador hablaba sobre ser libres de esta atadura otro voluntario rompía las cuerdas que estaban sobre Sebas, quien luego recordó y contó emocionado la obra milagrosa que el Señor había hecho  al liberarlo de la ansiedad solo dos meses antes. ¡Estaba sonriendo de oreja a oreja mientras compartía cómo había pasado del encierro de su cuarto y un temblor constante a una paz y un nuevo gozo en Jesús!

Sebas impulsado por la verdad de las Escrituras, descubrió esperanza en Cristo, quien lo levantó de la cama. Sebas pudo volver a trabajar y jugar golf con sus amigos, todo a la vez que continuaba con el estudio bíblico en la sala de su hogar, donde sin duda crecía su fe, y donde estaba invitando a otros a descubrir la nueva vida que él disfrutaba tan profundamente. En noviembre toda la iglesia celebró al presenciar esta nueva vida sellada y celebrada en las aguas del bautismo, ya que no solo Sebastián, sino también su novia Natalia y su madre dieron el siguiente paso juntos. 

Ahora, Sebas y Natalia han iniciado una nueva etapa. Ese estudio bíblico se convirtió en una casa de paz de jóvenes, donde la pareja está ministrando con su testimonio a los chicos del sector. Ayudándoles en sus luchas, dándoles consejos, rompiendo cadenas con el poder de la palabra, comiendo juntos y disfrutando de la libertad que solo el Señor puede dar.

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