Fuente del foto:  https://indiehoy.com/arte/buenos-aires-exposicion-icons-retrospectiva-fotografo-steve-mccurry/

Hoy fui a una exposición fotográfica de Steve McCurry que es un reconocido fotógrafo de National Geographic, aunque muchos no conocen su nombre. Pero si les dijera que él es quien tomó la impresionante foto de la niña afgana, muchos en los Estados Unidos sabrían inmediatamente de quien hablo.

Cuando entré a la muestra con la canción “Rey de Reyes” de Hillsong sonando en mis oídos (escuchar canciones de adoración cuando voy a museos de arte es parte de una disciplina espiritual de llenar mis sentidos con la belleza de Dios), miré retrato tras retrato de rostros de diferentes países, culturas y religiones. Lo que vi en esas fotografías y las palabras que vinieron a mi mente fueron:

Fuente:  Photo tomada en la exposición” Steve McCurry, Icons” Museo La Rural, Buenos Aires, Argentina, marzo 2023

No importaba que las personas no fueran cristianas, no importaba que sus rostros tuvieran diferencias, no importaba que cada uno hubiera vivido experiencias de vida diferentes de las mías. Miré cada rostro y lo que vi reflejado allí fue: la imagen de Dios

 Cuando miré los hermosos rostros de estas bellas personas, no pude contenerme, comencé a sentir una gran presión en mi pecho, era un sentimiento de amor profundo y desgarrador por ellos. Traté fuertemente de entender esta rara presión y estos sentimientos ya que no conocía a estas personas ¿Cómo podía tener este sentimiento de amor tan grande?. Mientras oraba por esto, un versículo de las escrituras venía a mi mente:

 Porque de tal manera amó Dios al mundo….

 Mientras recorría la exhibición durante una hora, el Espíritu Santo me permitió sentir solo una fracción del amor que Dios tiene por este mundo. Déjame decirte, ¡fue abrumador, fue hermoso, lo llenaba todo!

 Salí de la exhibición para encontrar un sitio donde sentarme y reflexionar, sentí dentro de mí la necesidad de capturar este momento sagrado, para no olvidar ese sentimiento. La batería del teléfono estaba casi muerta y no tenía con qué escribir, así que rápidamente compré un cuaderno y lapiceros baratos, y me dirigí a una cafetería donde pude sentarme a pensar un momento. Es en ese momento que escribo esta reflexión.

 Pero no estoy sentada en cualquier cafetería, el lugar en el que me encuentro, está situado en el equivalente a la 5° Avenida en New York: la Avenida Corrientes en Buenos Aires, Argentina.

Mientras escribo esto, veo pasar el mundo a través de mis ojos y me doy cuenta, son fotografías vivientes, reflejando la imagen de Dios mientras corren a casa, recogen a sus hijos o como turistas toman sus mejores fotos de la ciudad.

 Y yo le ruego al Señor: “Déjame sentir tu corazón nuevamente,” por estas personas en este momento. 

Soy una misionera Metodista Libre radicada en Buenos Aires, pero mi rol es Coordinadora del pilar Empoderamiento de Iglesias Transformadoras para el Área Latinoamérica. Empoderamos y equipamos iglesias a lo largo del continente para ser iglesias transformadoras:

• Aquellas que reconocen que cada persona lleva la imagen de Dios
• Al reconocer esto, trabajan activa e intencionalmente en la transformación integral de cada comunidad

Pero, para ser una iglesia transformadora, para participar con Dios en la restauración del mundo, necesitamos sentir el latido del corazón de Dios por sus hijos, hechos a su propia imagen. Esta es la raíz de la justicia impulsada por amor. Este es nuestro punto de partida.

 Donde sea que hoy estés, da un paso hacia la justicia. Toma un café en tu vecindario, mira a las personas a tu alrededor y pídele a Dios sentir su corazón. Que el amor de Dios te lleva a la acción.

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