Un Nuevo Despertar
¿En algún momento has pensado tenerlo todo? De manera equívoca se enseña a las personas desde muy pequeñas que la felicidad consiste en tener lo que siempre han deseado o lograr todo lo que se proponen. Dicen que cuanto más tienes, más feliz eres… Pero, la felicidad no depende del tener y eso fue lo que descubrió Marlín.
Marlín es una mujer de 51 años, que durante mucho tiempo pensó que su vida era perfecta porque su familia era como la había soñado, tenía el empleo anhelado, hacía lo que le apasionaba, que es enseñar, pues es docente, y pensaba estar preparada para enfrentar cualquier situación difícil, pero un día todo cambió.
Nada era como antes para Marlín, su familia ya no era unida, no tenía idea de cómo enfrentar un divorcio y afrontar sola algunas situaciones de la casa, porque con el pasar de los años ella se hizo dependiente de su esposo. Pensó que la manera de cerrar ese ciclo era refugiándose en una nueva relación amorosa para llenar ese vacío, sin darse cuenta su vida se estaba yendo a pique, a nivel laboral nada funcionaba, sus padres sufrieron quebrantos de salud y ella también se enfermó gravemente. Para ese momento, lo único que pensaba era que su vida no valía la pena y quiso morir, a solas con Dios le reprochaba por lo que pasaba, se sentía desesperada.
Fue a través de una llamada telefónica que recibió de su colega, la profesora Jany, una persona comprometida con la multiplicación de iglesias, ella la invitó a una casa de paz donde sería compartida la palabra de Dios, Marlín en su angustia aceptó ir. En ese encuentro Dios le recordó que la amaba y que nunca la desamparará, su vida comenzó a cambiar, sus ojos fueron abiertos y comprendió que necesitaba a Dios para salir adelante, que debía dejarlo entrar a su corazón y que fuera Dios quien tomara el control de su vida.
Hoy Marlin se siente contenta porque Dios comenzó a liberarla, dice que cuando lo dejó entrar su vida fue transformada. Ahora comprende que a veces es necesario pasar por dificultades y que a pesar de las duras circunstancias las promesas de Dios siguen vigentes, convencida de eso ha fortalecido su fe, es una mujer sana, su vida ha sido restaurada y tiene una relación más cercana con ese Dios que la ama. Actualmente pertenece al equipo de liderazgo de oración de la Red Reino de Dios en Venezuela, y también es una persona de paz, pues no solo abrió su corazón a Dios, sino que abrió las puertas de su casa, donde se reúnen cada sábado para que otras personas puedan conocerlo.
La restauración en tu vida sí es posible. Acércate a Dios y deja que tome el control de tu vida… Siempre hay un nuevo despertar cuando se encuentra a Dios.
“Ahora ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y mientras vivo en este cuerpo, vivo por fe en el Hijo de Dios, quien me amó y entregó su vida para salvarme.”
Gálatas 2:20 PDT
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