Un viaje a la esperanza
Esta es la historia de Nico un viaje desde la oscuridad hacia la esperanza, una experiencia de redención y fe.
Salió de Argentina en busca de sí mismo, sus decisiones lo llevaron a lugares oscuros, sintiéndose solo y distante de quienes realmente le amaban. Noches enteras las pasaba con la almohada como única confidente, tratando de encontrar respuestas a las difíciles situaciones que la vida le presentaba.
Creció en una familia católica, pero la tragedia golpeó fuerte cuando su padre falleció cuando solo tenía solo 8 años de edad. Esta pérdida repentina le llevó a alejarse de Dios, cuestionando por qué le separó de la persona a la que más amaba. A partir de ese momento, su vida se sumió en un caos desgarrador: consumió drogas, perdió empleos, parejas y todo lo que valoraba, llegando al punto de terminar durmiendo en un carro abandonado, sin rumbo, sin sueños ni la presencia de su familia.
En julio del 2007, un cambio resonó en su interior. Con el apoyo de su familia, logró dejar atrás las drogas y el alcohol. Miró al cielo y sintió que Dios le sacaba de ese infierno, pero aún faltaba algo. La pandemia llegó, dejándolo solo nuevamente, con proyectos cancelados y sin dirección. Fue durante este aislamiento que redescubrió la importancia de hablar con Dios, aunque muchas veces ni siquiera recordaba cómo hacerlo. En su desesperación, le pidió ayuda para salir de la depresión que le acechaba.
Fue entonces cuando una oportunidad de trabajo durante la pandemia le dio un nuevo propósito: ayudar a quienes más lo necesitaban. En ese camino, conoció a la mujer que cambió su vida y que compartía una profunda fe. Una noche, mientras la novia de Nico participaba en una casa paz para mujeres a través de Zoom, él comenzó a escuchar, garabateó preguntas en un trozo de papel y se las pasó para que ella pudiera presentarlas al grupo. Mientras escuchaba el sencillo mensaje de salvación quiso saber más. Fue así que juntos descubrieron la iglesia Pura Vida, un lugar donde se sentirá acogido, como en casa. Fue en este entorno donde escuchó al Pastor Dennis León hablar de Dios de una manera tan natural que despertó su espiritualidad, Nico comenzó a ser de los primeros en llegar a la iglesia, se bautizó junto a su ahora esposa con quien tiene una hija.
Hoy, con gratitud en su corazón, puede decir que ha vuelto a creer en Dios. Aprecia cada día su transformación y la presencia de la gente hermosa que Dios colocó en su vida, considerándolos su nueva familia. Esta historia es un recordatorio de que nunca es tarde para encontrar la luz, y nunca estamos solos en nuestro viaje.
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