Los Valores Operativos son los principios rectores que guían la toma de decisiones, las acciones y las interacciones de nuestra organización.
Sirven como base de nuestra cultura e identidad organizacional y ayudan a alinear las acciones tanto de nuestros colaboradores como de todas las partes interesadas con nuestra misión y visión. Estos valores describen tanto aquello a lo que aspiramos como lo que ya hacemos bien y queremos proteger, preservar y transmitir.
Dependemos de Dios en todas las cosas. Buscamos su dirección a través de la
Biblia, la oración individual y colectiva y los sabios consejos. Creemos en la gracia
preveniente de Dios, en el poder transformador del Espíritu Santo, y en que Él proveerá para Su pueblo. Estamos profundamente conscientes de que la obra de restauración es Su obra con la que Él nos invita a colaborar, y que sin Su poder
y dirección nuestra labor es en vano.
Todo lo que hacemos fluye de nuestra visión: participamos con Dios en la restauración de Latinoamérica. Buscamos la restauración del Shalom de Dios, la extensión del Reino de Dios a través del poder del Espíritu Santo. Esta visión compartida nos une, nos guía y crea una expectativa uniforme de alineación entre todos los líderes, iglesias y ministerios.
La interdependencia está modelada en la naturaleza misma de nuestro Dios trino. También creemos en el sacerdocio de todos los creyentes: jóvenes y mayores, hombres y mujeres, ordenados y laicos, todas las razas y etnias, y personas de todas las clases sociales.
Como resultado, trabajamos en equipos y estudiamos en cohortes.
Servimos con humildad. Involucramos
a personas de todos los niveles de liderazgo en una red relacional interconectada.
Perseguimos la excelencia, tenemos altas expectativas y no nos conformamos con la mediocridad; al mismo tiempo somos capaces de aprender y crecer a partir de fracasos.
Compartimos las mejores prácticas y estrategias para que los éxitos ministeriales puedan contextualizarse y tal vez replicarse o mejorarse en otros lugares. De hecho, fomentamos la toma de riesgos y nos esforzamos por ser una comunidad de aprendizaje que valora diversas formas de educación para nuestra mejora individual y corporativa.
Nos relacionamos unos con otros con verdad y gracia debido a nuestro amor y profundo respeto por los demás. De acuerdo con la definición de Corintios 13, nos esforzamos por ser pacientes y amables. No nos jactamos, no somos orgullosos ni egoístas y no nos enojamos fácilmente. Honramos a los demás con nuestras palabras y hechos, sin llevar registro de sus errores. Nombramos y rechazamos el pecado y nos regocijamos en la verdad.
Nos apoyamos el uno al otro y celebramos las contribuciones e todos en la organización.
Intencionalmente fomentamos la gratitud por todos los demás miembros de nuestro equipo y nos comprometemos a expresar
esta gratitud en cada oportunidad. Rendimos cuentas unos a otros con respecto a cómo utilizamos nuestro tiempo y recursos.
Abordamos los problemas a medida que ocurren; de esta forma mantenemos cuentas cortas caracterizadas siempre por la verdad y la gracia.