Encontrados

por | Ago 9, 2021 | Multiplicar Discípulos

Diferentes factores en la vida de algunos jóvenes los hacen refugiarse en las drogas para encontrar el sentido a su existencia y llenar cada vacío de su ser. Así pueden pasar años malgastando sus recursos, viendo que siguen estancados, sumidos en sus frustraciones como si no tuvieran salida. Sin embargo, los planes de Dios son tan buenos y agradables que moviliza a sus hijos e hijas para encontrar a esos jóvenes que necesitan ser hallados para comenzar a enseñarles que una nueva vida sin drogas sí es posible, darles ese sentido y llenar su corazón.

Así lograron ser encontrados Jonathan y Verónica, dos jóvenes de 29 y 27 años, quienes viven en la costera ciudad de Coronel, Chile. Ellos eran parte de su mapa “oikos”, la red de influencias de Felipe y Alejandra, un matrimonio obrero de la plantación de iglesias comunitarias, que en respuesta a sus oraciones y queriendo obedecer a Dios, invitan a Jonathan a ser parte de una casa de paz que decidieron iniciar de manera virtual, dado el contexto de la pandemia accediendo él a aprender sobre Jesús. Por varios años Jonathan y Verónica, experimentaron fuerte adicción a la marihuana, por lo que durante el periodo de cuarentena, al que debieron someterse producto de su contagio con Covid-19, se abastecieron de esa droga gastando una alta suma de dinero, pensando en estar preparados para evitar la abstinencia, porque no podrían salir de casa. De esta manera, consumiendo sus drogas y sin mayor expectativa un día a las 04:00 de la madrugada despiertan abruptamente sin poder retomar el sueño.

Inicialmente no lograban entender qué les estaba ocurriendo, pero fueron movidos profundamente a orar sin cesar y así permanecieron por largas horas llegando a comprender en medio de su llanto, que se trataba de un encuentro con el Espíritu Santo de Dios que estaba actuando en sus vidas. Impactados por esta experiencia sobrenatural y en respuesta a lo que comprendieron era un encuentro con Jesús, deciden botar todo lo que les quedaba de marihuana y los elementos para su consumo dando paso a un despertar en sus vidas y a un proceso de transformación profunda en interior con manifestaciones de las cuales muchos son testigos.

Desde entonces, vienen sintiendo hambre y sed por conocer más a Jesús, reconocen que fueron hallados por Él, decidieron bautizarse próximamente entendiendo que es necesario para dar a conocer que son nuevas personas. Ellos siguen discipulándose en la casa de paz virtual junto a Alejandra y Felipe, se han incorporado a las actividades de una Iglesia en la localidad de Lota y están dispuestos a seguir aprendiendo a obedecer a Jesús. Jonathan, Verónica y sus pequeños hijos hoy pueden ver su familia transformada fruto de su encuentro con Jesús, siendo testigos de un cambio en su economía iniciando su propio emprendimiento, gracias a puertas que sólo Dios ha abierto a su favor, han logrado formar su propio hogar y adquirir lo necesario para su bienestar, cambiando su estilo de vida en bendición.

 Estos queridos jóvenes fueron hallados para tener paz y ya no refugiarse más en las drogas, sino tener un corazón restaurado y dispuesto a llenarse de las enseñanzas de Jesús y esforzarse en crecer para que pronto otros amigos de su círculo también sean transformados por ese poder del Espíritu Santo que los impactó un día a ellos.

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