Administración Integral

por | Nov 11, 2020 | Editorial

Cuando me pidieron escribir sobre la historia de la Iglesia Metodista Libre en Venezuela desde el punto de vista de la administración integral, inmediatamente me acordé de la Reunión Anual del entonces Distrito Misionero en el año 2006. Ese año me tocó elaborar y presentar la propuesta para pasar a ser una Conferencia Anual Provisional, siendo el director del distrito, y conociendo todas las implicaciones administrativas.   

Hasta ese día veníamos recibiendo apoyo financiero destinado a la formación de líderes y la plantación de Iglesias, al igual que, un aporte para ayudar con los viáticos del director. Recuerdo claramente que, en esa reunión, se decidió comenzar a apoyar con el 10% de los ingresos de cada iglesia local para la Conferencia.  Ese día fuimos informados que los aportes de Misiones Mundiales comenzarían a disminuir progresivamente hasta cesar, ya no contaríamos con esos recursos. Era todo un reto pensar que, en algún momento, tendríamos que ser autosuficientes financieramente.   

«Era todo un reto pensar que, en algún momento, tendríamos que ser autosuficientes financieramente». 

Comenzamos a enseñar, y a comprometernos con algunos principios básicos:  

  1. Las iglesias locales son responsables del sostenimiento de sus pastores  
  2. La Conferencia es la responsable del sostenimiento del superintendente  
  3. El sostenimiento de la Conferencia es responsabilidad del conjunto de las iglesias  

Estudiamos y practicamos todas las variantes, permitimos y promovimos el ministerio bi-ocupacional, apoyamos a los proyectos de plantación de Iglesias en el sostenimiento de sus pastores hasta que lo lograran por sí mismo, localizamos al Superintendente en una iglesia para compartir responsabilidades del sostenimiento, creamos mecanismos de autogestión como uno de los pilares administrativos de la Conferencia e iglesias locales. Además, enseñamos sobre el diezmo y las ofrendas desde el pulpito y en nuestro seminario teológico (exigimos el ejemplo público de los pastores y líderes), pero sobre todo, desde la iglesia madre modelamos un sistema transparente de rendición de cuentas con registros auditables y una administración con líderes capaces y comprometidos, que en ningún caso debían tener lazos de consanguinidad con los pastores.  

Se creó toda una cultura de cuidado y sostenimiento de los pastores y líderes conferenciales, promovimos y apoyamos el registro de todos nuestros presbíteros y pastores en el sistema de protección social del Estado. Creo que el elemento clave que al final nos ayudó a avanzar más rápidamente, fue entender que siendo una iglesia de origen misionero, estaba en nuestro ADN el multiplicarnos apoyando a otros países con nuestros recursos. Enviamos misioneros (con dinero ofrendado en nuestras iglesias) a apoyar la obra en Colombia, específicamente en el orfanato en Bogotá y eventualmente pudimos ayudar a países como Haití durante una catástrofe natural.  

Enviamos misioneros (con dinero ofrendado en nuestras iglesias) a apoyar la obra en Colombia, específicamente en el orfanato en Bogotá y eventualmente pudimos ayudar a países como Haití durante una catástrofe natural.  

Solo quiero mencionar al final un dato curioso, al contrario de lo que pensábamos, comenzamos a recibir mucho apoyo financiero, especialmente de los grupos VISA y de gente que (aun sin conocerlos) escuchando el testimonio del uso saludable de los recursos, evidenciado en el crecimiento de la obra en todos los sentidos, comenzaron a invertir especialmente en la construcción de templos. Pero debido a la crisis nacional que afecta a nuestro país, y de lo que seguramente ustedes conocen, en este tiempo, solo gracias a la misericordia de Dios y al apoyo de la IML mundial seguimos adelante, continuamos creciendo y creemos firmemente en el Señor que volveremos a ser una iglesia y un país prósperos. 

Casto Rojas es un médico pediatra de profesión. Ha servido la iglesia en Venezuela desde 2001 como asistente pastoral y pastor titular de A Dios Sea La Gloria en Maturín, director del distrito misionero, superintendente provisional; y ahora es superintendente de la Conferencia Anual.  También, el Dr. Casto sirve como misionero internacional apoyando como mentor en el equipo de implementación latinoamericano.  

 

 

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