Multiplicando Discípulos en Medio de la Pandemia

por | Sep 7, 2020 | Colombia, Hechos 30

Quizás usted al igual que yo se ha preguntado ¿cómo puedo ser efectivo en la multiplicación de discípulos comprometidos? ¿Cómo puedo guiar a otros a un compromiso firme con Cristo? ¿Cómo puedo ser un instrumento de Dios para que personas crean en Cristo y permanezcan unidas a él? Posiblemente la historia de Omar y Lizeth nos ayude a comprender algunas claves.

Omar y Lizeth se casaron en junio del 2019. Ellos habían orado que Dios les mostrara el lugar donde Él quería que lo sirvieran. Y en medio de sus oraciones Dios les dejó claro que los había llamado a ministrar en la ciudad de Valledupar; esta es una población ribereña de aproximadamente medio millón de personas en la costa atlántica colombiana, a una distancia de 12 horas en autobús de su hogar en ese momento. Llenos de mucha ilusión, con una profunda convicción del llamado de Dios y bajo la comisión de su iglesia local fueron y se establecieron en septiembre de 2019 en ese lugar.

 

«Llenos de mucha ilusión, con una profunda convicción del llamado de Dios y bajo la comisión de su iglesia local fueron…»

Los primeros meses fueron bastante complejos. La nueva familia estaba en un periodo de afianzamiento de la relación, estaban acoplándose a una nueva ciudad, no había muchas fuentes de sustento y no conocían muchas personas. Sin embargo, Omar y Lizeth encontraron una entrada. Desde antes de radicarse en la ciudad, habían investigado y sabían que había una alta población de migrantes venezolanos que vivían con muchas carencias. Crearon el ministerio ‘Carpa Esperanza’ en la ciudad y empezaron a servir esa población por medio de jornadas de alimentación, acompañamiento a niños desescolarizados, brigadas de salud, etc. A la vez oraban por las personas y eran muy intencionales en invitarles a confiar en Jesús como la respuesta a la situación que estaban viviendo. Algunas de las personas que ministraban solo estaban interesadas en la ayuda material, pero otras honestamente querían conocer acerca de Jesús y buscar esperanza en él.

Omar y Lizeth invirtieron tiempo de forma intencional en aquellos que tenían interés en el evangelio; crearon y consolidaron lazos afectivos, oraron con y por ellos, les brindaron consejería y acompañamiento espiritual. Cuando surgió la cuarentena estricta vieron que esto les proveía una oportunidad única para servir a sus nuevos amigos y sus conocidos. Recogieron donaciones y los apoyaron con mercados y continuaron los estudios bíblicos en casa (siguiendo los cuidados y recomendaciones del gobierno). Los estudios bíblicos en casas se multiplicaron al punto que ahora atienden pastoralmente a alrededor de 100 personas.

 

«crearon y consolidaron lazos afectivos, oraron con y por ellos, les brindaron consejería y acompañamiento espiritual.»

Durante todo este proceso la pastora de su iglesia local los ha acompañado; ellos se reúnen regularmente para hablar, orar y recibir recomendaciones ministeriales. Además, participan de los entrenamientos de PIC que su iglesia local ha programado. El distrito misionero también ha participado por medio involucrarlos en los entrenamientos que se programan, apoyarlos con la ayuda humanitaria que ha venido de parte de los obispos de la conferencia general y enviándoles ofrendas para apoyar la labor ministerial entre los migrantes. 

El pasado 30 de agosto, casi un año después del viaje hacia ‘la tierra que Dios les mostró’, Omar y Lizeth celebraron sus primeros bautizos; ocho integrantes de las 3 iglesias comunitarias descendieron a las aguas. Este fue un gran triunfo en la multiplicación de discípulos comprometidos en Valledupar.

¿Y usted qué puede hacer para multiplicar discípulos comprometidos?

John Jairo Leal es presbítero del Distrito Misionero de Colombia y está sirviendo como Coordinador de Plantación de Iglesias Comunitarias en Latinoamérica.

 

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